Subsecretario de Comunicación y Medios de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y docente de Derecho a la Información en la UBA brindó un conversatorio para socios de la Asociación Iberoamericana de Profesionales de la Comunicación Judicial (JUSCOM).

La charla estuvo centrada en explicitar el rol de las oficinas de comunicación y prensa para atender y gerenciar crisis en el sistema de administración judicial.
En ese sentido, Ezequiel Klass diferenció entre casos disruptivos y crisis de comunicación. Los primeros –sobre todo por falta de experiencia- suelen confundirse con los segundos, aunque en todas las situaciones los profesionales de comunicación toman contacto con la magistratura para obtener detalles del proceso judicial y dar tratamiento profesional a su demanda.
“La gran mayoría de los casos que se nos plantean no constituyen una crisis, aunque son percibidas como tales” precisó Klass. Ante ello, las oficinas de comunicación se posicionan como un espacio de contención: “Parte de nuestro trabajo es administrar esas expectativas”.
La escucha activa en el contacto con jueces y juezas es fundamental: permite comprender el entorno en el que se suscitan conflictos, los actores involucrados, definir estrategias y evaluar su impacto en la institución.
Klass citó el caso más conmocionante y de mayor repercusión mediática de las últimas décadas que les tocó abordar: el proceso oral a los hoy condenados por la muerte de Fernando Sosa Báez. Ante el requerimiento del Tribunal de Dolores, provincia de Buenos Aires, los integrantes de la oficina trabajaron de modo preventivo en los dispositivos de comunicación a implementar durante los meses previos, de modo que los estrados no sean sorprendidos por cuestiones que podían organizarse con tiempo.
“Los jueces necesitan abstraerse de la organización de estas cuestiones para dedicarse de lleno al proceso, así es que con el equipo administramos la gestión de la comunicación. Proporcionamos y rectificamos informaciones, ofrecemos la agenda de las audiencias, absorbemos los pedidos de los periodistas, cumplimos una labor pedagógica: explicamos procesos y tiempos” relató.
Cada audiencia contó con un promedio de 35 periodistas acreditados para las instancias a las que podían ingresar: audiencia inicial, alegatos finales y veredicto. Como sucede en todo el territorio nacional, no se transmiten las etapas probatorias. “Hay que equilibrar el acceso a la información y las garantías del proceso. En el vínculo con el periodismo hay tensiones y hay que administrarlas de manera profesional. Los juicios no son realitys.”.
Explicó que la oficina promueve el uso de medios de comunicación propios para llegar a la sociedad. “No competimos con los medios masivos, en todo caso, tenemos una alianza transitoria de intereses en torno a un caso”.
Sobre el final, Ezequiel Klass agradeció la convocatoria de JUSCOM para conversar y reflexionar sobre diversos aspectos y experiencias propias de la comunicación judicial.
La actividad contó con la presencia del presidente de la entidad, licenciado Kevin Lehmann, e integrantes de Argentina, Perú y Brasil.
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